Vinagrella, la flor que amenaza la producción de leche de Menorca
Por Itziar Lecea
Es de un amarillo intenso, con forma de campanilla y tallo largo y flexible, un poco translúcido si lo miras a contraluz.
Según el lugar de Menorca en el que preguntes por su nombre, te dirán que se llama “vinagrella”, “flor d’avellana” o “fel-i-vinagre”.
Y aunque sus flores llenan el campo menorquín durante el invierno, es una planta invasora que supone una gran amenaza para la producción de queso y leche de la isla.
Peligro mortal
Es bonita, crece en abundancia y, a todos los efectos, parece inofensiva.
Sin embargo, esta especie de planta supone una grave amenaza para las vacas, ovejas y cabras que pastan en los prados de la isla durante el invierno.
Esta época es la que los granjeros de Menorca aprovechan para dejar al ganado pastar libremente, pues el campo rebosa de hierba verde y tierna, mucho mejor alimento para la producción de leche – que aumenta de forma considerable durante los meses de frío.
Sin embargo, han de tener mucho cuidado por dónde rumia el ganado. Un empacho de flores amarillas y una vaca adulta puede morir en cuestión de días.
¿Por qué? Al parecer, es una planta ácida que afecta de forma notable al aparato intestinal de estos animales, algo delicado ya de por sí.
Por esta razón, los granjeros de la isla procuran dar suficiente pienso para dejar medio saciadas a sus vacas. Así evitan que coman en exceso de esta planta que invade prados y arcenes.
De Sudáfrica a Menorca
De todas las especies invasoras que han entrado en Menorca, la vinagrella o agrios, como se la conoce en castellano, es la que menos invasora se percibe y la que se ha hecho un hueco en el terreno isleño sin suponer una grave amenaza para otras plantas autóctonas.
De hecho, solo crece en prados y lugares cercanos a carreteras y caminos, sin entrar en zonas de bosque o maleza autóctona. Uno de los motivos es el hecho de que necesita mucha luz para florecer.
Es habitual ver un prado con las flores completamente abiertas y otras totalmente cerradas si están en lugar de sombra. Al atardecer, todas las flores cierran sus pétalos hasta la salida del sol del día siguiente.
Los botánicos de la isla creen que esta especie pudo llegar a Menorca a mediados del siglo XIX, de mano de los británicos, que la cultivaban en sus jardines. Sin embargo, esta planta es en realidad originaria de Sudáfrica, una de las colonias inglesas.
Puedes comerla, pero con moderación
Una de las características más notables de esta planta es el sabor avinagrado de su tallo.
Entre los menorquines de hace años, era una costumbre muy habitual el recoger unas pocas flores y morder el tallo para sacar el gusto ácido de la planta, que se usaba a veces para condimentar algunos platos y ensaladas.
Esto se debe a la presencia de ácido oxálico en la composición de la vinagrella, una sustancia que ha de tomarse con mesura debido a la posibilidad de intoxicación.
Aun así, se usa en algunos lugares con fines medicinales, ya que tiene propiedades antipiréticas y antiescorbúticas.