Entrevista a la empresaria menorquina más famosa en el mundo
Úrsula Mascaró nos habla de su lucha contra la imposición lingüistica catalana en las Islas Baleares
Textos y fotos de Cristina Pellicciotti
Úrsula Mascaró brilla con luz propia. La más conocida empresaria menorquina aparca su coche a nuestro lado en el parking de su empresa de Ferreríes y nos acoge con un entusiasta “¡Hola, Italia!” y una gran sonrisa.
Luego baja del coche y, en un perfecto italiano (ha estudiado durante seis años en Milán), nos acompaña en su despacho haciéndonos sentir rápidamente como en casa, como si estuviéramos hablando con una amiga que no veíamos desde hace tiempo.
Para los pocos que todavía no la conocen, Úrsula es la directora creativa de la empresa de calzado que lleva su nombre y que, justo este año, cumple 100 años desde su creación. En 1918 el abuelo y el tío abuelo de Úrsula abrieron un pequeño taller de zapatos de ballet.
Luego, gracias al gran trabajo de la siguiente generación, la de Jaume y Joan Mascaró, la empresa se abrió camino en el sector de la moda hasta llegar a ser una de las marcas más amadas en el mundo: hoy en día modelos y actrices internacionales exhiben algunos de los productos de Úrsula Mascaró y Pretty Ballerinas.
Junto a su hermana Lina, quien se ocupa de la gestión organizativa y económica de la empresa, Úrsula representa la parte más visible y conocida de la firma menorquina.
Sin embargo, en los últimos meses la diseñadora de Ferreríes ha salido a la escena pública, tanto a nivel local como nacional, por un motivo diferente al de su profesión: hablamos de la creación de “Mos Movem” (literalmente “¡Nos Movemos!”), un movimiento cívico nacido casi por casualidad en Facebook.
El grupo se propone luchar en contra del requisito del certificado de catalán en el sector sanitario: el grupo de mayoría del actual gobierno balear (compuesto por PSOE, Mes y apoyado por Podemos), de hecho ha puesto en marcha una ley por la que médicos, enfermeros y personal de la salud deberán presentar un certificado de lengua catalana para poder trabajar en el sector público.
Lástima que en Baleares haya ya una gran falta de médicos y enfermeros y que no se hable el catalán, sino el balear en sus diferentes variantes de menorquín, mallorquín e ibicenco.
La primera manifestación organizada por el movimiento en Mahón en diciembre del pasado año ha visto una gran participación de gente, considerando la escala de Menorca: alrededor de 2.000 personas han desfilado por el centro de la ciudad exigiendo que se retire el decreto Ley, denominado sarcásticamente “requisitazo”.
Aquel día en Menorca, os lo aseguramos, algo cambió: los menorquines, gente tranquila y sensata, saben perfectamente que es más importante contar con médicos preparados que exigir el conocimiento de un catalán “estándar” que ni ellos mismos hablan. Y si el médico del hospital se dirige a ellos en español, simplemente contestan en el mismo idioma: aquí en Menorca no existe en definitiva ningún problema de comprensión.
Es por eso que con el eslogan “ets idiomes no salven vides” (“los idiomas no salvan vidas”, y sí, con el artículo plural “ets” absolutamente balear), el movimiento popular Mos Movem exige que se derogue esta ley autonómica y que el conocimiento del catalán se considere un mérito, pero nunca un requisito de entrada.
- Úrsula, explícanos por qué has decidido crear “Mos Movem”.
Tengo muchos amigos íntimos que son médicos y que trabajan en el hospital sin ningún problema lingüístico, ni con pacientes y ni menos, con compañeros.
Son personas que trabajan en la isla desde hace muchos años, algunos están casados con menorquines, y otros han sido “buscados” en sus países de origen para que viniesen expresamente aquí: era un momento en el que no se conseguía de ninguna forma ocupar las plazas vacantes (imaginad que al principio, se ha dado el caso de que algunos médicos del Este de Europa trabajaban con traductores…). Muchos de ellos han afirmado públicamente que abandonarán de mala gana la isla si esta absurda ley tuviese que seguir su curso y algunos simplemente ya se han ido.
Con la falta de especialistas existente en muchos de los hospitales españoles, no tendrán inconveniente alguno en encontrar nuevos centros que les acojan. No importa que hayan realizado Masters en el extranjero o se dediquen a la investigación y a las publicaciones científicas, el problema es que no pueden certificar el nivel de catalán exigido: en una convocatoria pública no tendrían los mismos puntos que un joven doctor sin experiencia que ha cursado el Mir y posee el diploma de catalán.
Hace años les llamamos y ahora simplemente les estamos echando de aquí.
- ¿Por qué crees que Mos Movem ha nacido y crecido en Menorca y no, por ejemplo, en Mallorca?
Las dos islas son diferentes: Menorca es pequeña, tiene problemas con los alquileres de larga duración y las comunicaciones aéreas son escasas.
Por esos motivos resulta ser un destino poco interesante y que sea difícil “atraer” al personal sanitario adecuado. El grupo Facebook que he creado actualmente se compone de más de 14.000 personas provenientes de todo el archipiélago: hay gente de todos los tipos y colores, de izquierda, de centro y de derecha. La nuestra es una lucha apolítica pero dirigida en contra de los políticos locales, quienes son los que están imponiendo una lengua que no es ni siquiera la nuestra.
- Pues, si ni en Cataluña -en su difícil situación política actual- se está pidiendo el certificado de catalán en sanidad, ¿por qué entonces en las Baleares sí?
Buena pregunta. El problema principal es que hay todo un “business” detrás: el examen es muy difícil y selectivo. Yo misma no tengo el nivel B2 de catalán y ni sé si aprobaría las pruebas del examen. Muchos menorquines se encuentran en esta misma situación.
En la última sesión de exámenes por ejemplo, de 1.000 personas que se presentaron, 800 suspendieron: en cada convocatoria estás obligado a pagar la tasa correspondiente, y claramente se tiene que pagar cada vez hasta aprobar.
Luego, para prepararte los exámenes hay que seguir unos cursos impartidos por unos licenciados en filología catalana de clara tendencia política independentista: esta gente aquí en las islas no tiene muchas más oportunidades laborales… Y, además del “business”, detrás del requisito del catalán en sanidad, hay un proyecto político ni siquiera tan oculto: crear unos “Países Catalanes” que históricamente nunca existieron.
- Exacto. ¿Cómo explicarías a nuestros lectores italianos lo que ha pasado en Cataluña en el último periodo?
El independentismo catalán ha crecido en el tiempo porque a nivel nacional los Partidos han necesitado de su apoyo para obtener las mayorías políticas necesarias para gobernar. En cambio se han visto obligados a ceder frente a las constantes peticiones de los diferentes partidos independentistas.
Ya en la época de Jordi Pujol (presidente de la Generalitat catalana entre 1980 y 2003), el PP llegaba a pactar con él. El actual Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, simplemente se ha encontrado con el resultado de estas cesiones políticas. Los independentistas catalanes son como “niños consentidos” que han logrado obtener demasiado, en todos los ámbitos.
A esta altura de las cosas, creo que serían mejores otros tipos de modelo de gobierno como el francés, en el que el poder central es más fuerte y no deja tanto espacio a las pretensiones autonómicas.
- ¿Qué crees que se esperaban los independentistas catalanes con la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre?
La reacción ha sido dura, es cierto, lo mismo que pasó en otras manifestaciones pacíficas como la del 15M, pero la clave del problema es que todos debemos respetar las reglas de la convivencia social.
Las leyes hay que respetarlas, o todos o nadie: el IVA se paga, no se puede conducir si se bebe, si atracas un banco luego pagas las consecuencias. En cambio, el independentismo catalán se caracteriza por el victimismo generalizado –son ricos pero se quejan siempre-, y por la actitud de supremacismo moral, las continuas mentiras y manipulaciones de la realidad: un ejemplo son las numerosas imágenes y noticias, absolutamente falsas, del día del referéndum.
Simplemente no quieren razonar ni vivir en paz, como siempre ha sido en la España post Franco. Creen que Puigdemont es el Presidente de la República en el exilio y no un prófugo de la justicia: han sido simplemente adoctrinados y la consecuencia principal es la destrucción de la economía catalana con la fuga de más de 3.000 empresas a otras comunidades. Para muchos catalanes la ideología independentista se ha vuelto religión y ellos mismo unos fanáticos: no se dan cuenta de cuánta corrupción hay entre sus mismos dirigentes políticos que alardean del concepto de “catalanidad” y luego se contradicen eligiendo escuelas internacionales o extranjeras para sus propios hijos.
Creo que en realidad quieren que el pueblo catalán viva en la ignorancia y en la pobreza. Además, muchos medios de comunicación catalanes están a favor del independentismo: hablan de los españoles con desprecio y fomentan así el odio contra quien opina de forma diferente. ¿Por qué? Me pregunto. Es todo tan absurdo…
- Una empresaria famosa que de repente empieza a hablar de política y de temas calientes. ¿Cómo estás viviendo esta situación a nivel personal?
Por un lado desde que he creado Mos Movem he percibido el apoyo de muchísima gente: pruebas son las dos manifestaciones, la de Mahón y la más reciente de Palma, que han visto una grandísima participación de personas.
Sin embargo, por otro lado, he recibido insultos de todo tipo, sobre todo en las redes sociales: me dicen que soy una traidora y una fascista, cuando yo me siento simplemente española y ciudadana del mundo. Ellos en cambio quieren que pruebe vergüenza por este sentimiento.
Lo que deseo es solo que mi País, Europa y todo el mundo estén unidos y, que si se presenta una situación complicada en la India por ejemplo, todas las Naciones trabajen juntas para resolverla: hay problemas tan grandes hoy en día que el “catalanismo” se traduce en realidad en un problema de poca importancia.
- ¿Cuáles son tus proyectos para el futuro? ¿Entrar en política?
Yo solo quiero hacer mi trabajo, o sea, hacer y vender zapatos en todo el mundo así como he hecho hasta hoy. La política no me interesa. En realidad, ni siquiera sé a quien votar en las próximas elecciones.
Seguramente después de Mos Movem, estoy ya trabajando en la creación de la “Sociedad Civil Balear” con objetivos parecidos a la Sociedad Civil Catalana con la que mantengo frecuentes contactos. De momento somos un grupo Facebook bien grande y con muchos voluntarios que nos ayudan, pero necesitamos organizar algo más concreto y empresas que nos apoyen.
Los emprendedores con los que ha hablado hasta ahora sostienen este proyecto porque no quieren que aquí en Baleares suceda el mismo desastre económico surgido en Cataluña después de la DUI del pasado otoño. ¿Qué pasaría en Menorca si se fueran por ejemplo 1.000 empresas? ¿Quién se quedaría? Por eso seguiremos con nuestra lucha en contra de la obligación del catalán en sanidad y nos ocuparemos también de la Educación, otro tema importante en Baleares.
Hoy en día de hecho, las horas de lengua española que se dan a nuestros hijos en los colegios son de verdad muy pocas. ¿Para qué sirve que aprendan todas esas canciones catalanas que no pertenecen a la tradición balear cuando existe un repertorio local, nacional o incluso mundial de música para niños? Las maestras son estupendas, no hay dudas, son precisamente los programas de estudio que están mal.
En resumen, la nuestra será una lucha contra la imposición lingüística. Otro tema: ¿sabíais que para trabajar como proveedor para el Consell de Menorca o el Ayuntamiento de Palma todas las empresas, incluso los pequeños autónomos, deben tener facturas, embalajes, página Web, absolutamente todo en catalán? ¿Para qué sirve? Quizás para dar trabajo a los primos o a los amigos de los amigos, pienso yo…
Así, de broma hace unos meses, comuniqué en mi perfil Facebook que exigiré titulación de catalán a mis proveedores y clientes: para comprar unas sandalias solo hará falta poseer un nivel B2, para zapatos con tacones será necesario el C1, mientras con el nivel D regalaré también un bolso glitter. ¿Qué os parece la idea?
- Una última pregunta, Úrsula: ¿cómo gestionarías Menorca si de forma hipotética pudieses decidir tú que hacer en la isla?
Yo pondría chiringuitos ecológicos y biológicos en cada playa: no olvidemos que en Menorca hoy se vive prácticamente solo de turismo. Intentaría ayudar los proyectos empresariales de la gente y no prohibirlos come se está haciendo ahora.
Con todas estas limitaciones muchos inversores potencialmente interesados en nuestra isla al final se van a Ibiza o a Mallorca. Otro tema son los alquileres turísticos: dejaría que se alquilasen las casas y tal vez las haría reformar como sencillas Spa, o haría construir pequeños albergues en al Camí de Cavalls.
Para las jóvenes parejas menorquinas o los trabajadores de temporada dejaría unas casas de propiedad pública con un alquiler bajo, de unos 200 euros. Luego crearía otro campo de golf. En resumen intentaría convertir la isla en un destino atractivo con una buena oferta turística.
Creo que en aquel momento se resolvería el tema de las comunicaciones y llegarían más vuelos. De lo contrario es como abrir una tienda de zapatos en el desierto. El problema es la actual política menorquina que es demasiado cerrada.
Mascaró no tiene pelos en la lengua, lo hemos visto. Terminamos la entrevista con una visita guiada por la misma Úrsula por los departamentos de producción de su empresa y finalmente nos despedimos.
Nos deja con la sensación de una mujer que no tiene miedo a involucrarse en los problemas y a exponerse y que es capaz de transmitir una gran pasión en todo lo que hace, tanto a nivel personal como social. No le interesa la política ni tiene sed de poder: ella trabaja con ideas, programas y proyectos.
Para nosotros se merece un aplauso.