¿Imaginas cómo debe ser una planta de más de 100.000 años?
Por Itziar Lecea
Si has estado en Menorca, especialmente fuera de la temporada turística, habrás podido observar como las playas se llenan de unas algas marrones que cubren gran parte de la arena. En verano se retira para mayor comodidad y deleite de los bañistas.
Y aunque su aspecto y olor puedan no resultar agradables, son las responsables del color turquesa que caracteriza el agua de las costas menorquinas. Su nombre es posidonia oceánica -aunque solo crece en el Mediterráneo.
Y se ha descubierto un espécimen que podría ser el vegetal vivo más viejo del mundo.
La planta más vieja del mundo
100.000 años atrás, ni siquiera los humanos eran como somos ahora. Sapiens y neandertales aún convivían, confiandos en lo que es el continente africano. Pero en el Mediterráneo ya existía una planta de posidonia oceánica que ha pervivido hasta nuestros días.
El espécimen, que se encuentra entre las islas de Ibiza y Formentera, cuenta además con el privilegio de ser la planta más grande del mundo, pues se extiende hasta los ocho kilómetros.
La muerte lenta de la posidonia (y del Mediterráneo)
El Mediterráneo es cuna y hogar de la posidonia. No crece en ningún otro lugar del mundo. Gracias a su ciclo, oxigena las aguas y las mantiene limpias, además de ser albergue de vida para miles de especies que se alimentan y cobijan entre sus tallos. Es la responsable de la claridad de las aguas mediterráneas.
Cuando sus hojas se sueltan, en la época de muda, flotan hasta las costas, cubriendo la arena de las playas. De esta forma se asegura la línea costera, ya que evita que los temporales degraden las calas.
Sin embargo, la posidonia forma un ecosistema sumamente delicado. La pesca de arrastre y, sobre todo, los fondeos sobre sus praderas, provocan la muerte lenta de este tesoro al que debemos ser un paraíso tropical en el Mediterráneo.