El encanto de Menorca en septiembre
Itziar Lecea
Aún faltan dos semanas de agosto. Pero para los que somos de la isla, septiembre es el mes que siempre recomendamos a los que quieren visitar Menorca cuando aún es posible darse chapuzones de noche y gozar de las terrazas al atardecer.
Porque venir en agosto está bien. Pero disfrutar la isla en septiembre, ¡está mucho mejor! Os dejamos algunas razones para coger un billete de última hora y plantaros en medio del Mediterráneo antes de que empiece el cole.
- La afluencia de gente, baja. Notablemente. Caminar por las céntricas calles de Ciutadella o plantar tu toalla en Cala Turqueta puede ser una odisea se decidiste visitar Menorca en agosto. En septiembre, estos problemas se minimizan. No es que no haya turistas, que los hay, pero el inicio de coles y trabajos hace que el número de visitantes sea menor. Especialmente, durante la segunda quincena del mes.
- Hace calor como para bañarse, pero se respira mejor. El ambiente húmedo y caluroso del verano ya ha pasado. Y aunque septiembre es un mes de calor en la isla, se está mucho mejor porque durante las noches la temperatura es mucho más agradable. Tráete una chaqueta fina si quieres, aunque seguramente serán pocos los ratos que la necesites.
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- Es más fácil encontrar sitio para comer y cenar. Agosto es un mes de pleno. En todos los aspectos. Por eso, es mucho más agradable poder comer en un restaurante menorquín durante el mes de septiembre. Las colas que se forman durante el verano suelen desaparecer y el servicio mejora notablemente, ya que el agobio ha pasado.
- Las playas del sur de Ciutadella no cierran los parkings a las 8 de la mañana. Si has sufrido un agosto en Menorca y se te ha pasado por la cabeza ir a Son Saura del Sur o Cala Turqueta, sabes que si no estás allí casi con la salida del sol, te quedas sin sitio para poder aparcar y te encuentras con el acceso cerrado. La gran publicidad que se les da a las playas del sur de Ciutadella provoca que muchos visitantes se vayan sin poder bañarse en sus aguas a causa de la masificación. Sin embargo, en septiembre el asunto se relaja y es más fácil poder acceder a estas calas. ¿Te contamos un secreto? Durante el mediodía hay bastante gente que sale de la playa para ir a comer. Es el momento de ocupar el espacio que dejan. Aunque el verdadero placer es ir a estas calas al atardecer. Llévate un bocata o un buen gazpacho y disfruta de un baño bajo las estrellas, cuando la playa está casi desierta.
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- La oferta cultural sigue muy activa durante el mes de septiembre. Conciertos, mercados, galerías y festivales programan actividades hasta finales de mes, con lo que tendrás dónde elegir. Y sin tener que preocuparte por las colas.
- Es el mes de recorrer la isla y hacer excursiones. Elige una fecha a finales de septiembre para poder tener días menos calurosos en los que sea agradable dar un paseo al atardecer por el camí de cavalls. El bueno tiempo en el mar también permite una excursión en kayac sin achicharrarte bajo el sol de agosto.
