La roca, la piedra omnipresente en Menorca
Itziar Lecea
¿Sabías que a Menorca, los habitantes, la llaman cariñosamente “Sa Roqueta” (la roquita)? Es una descripción bastante acertada de lo que es en sí la isla: un pedazo de roca en medio del mar.
Con roca que delimita sus márgenes, con roca que puebla sus campos, con roca que alza sus construcciones desde tiempos ancestrales.
La roca, la piedra, es omnipresente en Menorca. Vamos a ver algunos ejemplos de cómo ha servido durante siglos a sus habitantes.
Como delimitadora del terreno
Ya hablamos en un post anterior de que las piedras que se encontraban en el campo servían a un propósito muy concreto y, además, productivo: delimitar las propiedades con la famosa “pared seca” que recorre kilómetros y kilómetros de isla. Las piedras, en este caso, se unen para separar, delimitar y contener al ganado.
Como apoyo para los trabajos del campo
A muchos turistas que se han dedicado a pasear la isla a vista de pájaro a través de google maps, les ha llamado la atención unas construcciones circulares que forman una pirámide de aros concéntricos. Vistos desde tierra, estas “pirámides” tienen un aire mucho menos místico, en el momento en que un isleño les explica el verdadero propósito. Se trata de barracas en las que guardar a las bestias durante la noche, especialmente ovejas. En estas construcciones, los animales se protegen de las inclemencias del tiempo. y descansan mientras pasa la tormenta, además de alimentarse y dormir. Un uso muy prosaico para una construcción que parece hecha para dioses.
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Como elemento característico de la cultura talayótica
Navetas, taulas y talayots no se entenderían sin sus piedras más acordes al tamaño de gigantes que de humanos. Las dimensiones de estas construcciones milenarias les confieren un aire místico, casi mitológico. Y altamente atractivo para aquellos que visitan Menorca por primera vez. ¿Quieres ver las piedras más antiguas que sirvieron de construcción a los primeros habitantes de la isla? Ve hasta el municipio de Alaior y pregunta cómo llegar hasta “Ses roques llises”. A parte de su singular estructura, la historia detrás de estas rocas te dejará de piedra.
Como estructura principal de las construcciones modernas
Todos los “llocs” o casas de campo, tanto de los campesinos como de los señores terratenientes, están construidas de marés. Una piedra caliza, porosa y absorbente, que deja pasar la humedad como si fuera papel. Entonces, ¿por qué fueron tan poco inteligentes como para usar en material así? La razón es práctica: el marés es la piedra más abundante en Menorca. Está presente en la mitad sur de la isla. Y, además, es fácil de manipular.
Como escultura en el paisaje
Siguiendo con el marés, el punto álgido de esta piedra se encuentra en las canteras de Líthica. Una especie de museo al aire libre sobre la extracción y manipulación de esta piedra.
Sin embargo, Líthica es un homenaje a la cultura de la piedra que se ha extendido mucho más allá, conjugando arte y cultura en uno de los espacios más emblemáticos de la isla.
No te olvides de felicitarles si te pasas este año por allí: celebran el 25 aniversario del espacio.
