Los tsunamis/rissagas en Menorca
Por Itziar Lecea
Durante este año, han aparecido varias noticias en medios internacionales que alertaban del peligro de viajar a Menorca a causa de los meteo tsunamis. Aunque pueda parecer un término muy escandaloso (ha habido catástrofes humanitarias terribles a causa de tsunamis en otras partes del mundo, que han causado miles de muertes), un meteo tsunami no causa muertes.
Tampoco daños materiales que puedan contarse por miles de millones. No llega una ola gigante a la costa que provoca terror con tan solo albirarla de lejos. Entonces, ¿qué es un meteo tsunami? ¿Y por qué ha causado tanto revuelo?
La explicación de este fenómeno la encontramos en la combinación de las condiciones meteorológicas y la morfología del puerto de Ciutadella, lugar en el que se originan los meteo tsunamins más espectaculares. Pero llamemos a las cosas por su nombre. Un meteo tsunami es más conocido entre las gentes locales como «rissaga» o resaca. A simple vista, una rissaga no es espectacular.
Casi cada semana entre los meses de mayo y octubre se detectan estas pequeñas oscilaciones, que hacen que el nivel del mar suba y baje unos centímetros. Y en el peor de los casos, unos metros. La gran diferencia entre la famosa ola asesina y el meteo tsunami menorquín es su origen (y, por supuesto, su intensidad). Un tsunami es la repercusión en el mar de las ondas causadas por un terremoto. Al llegar a la costa, las olas de tsunami llegan a coger varios metros de altura, adentrándose en la tierra varios metros, e incluso quilómetros.
En cambio, la rissaga tiene un origen meteorológico. Veamos cómo se origina.
El nacimiento de una rissaga
El tsunami menorquín lleva el prefijo de meteo por una razón muy concreta. Son las condiciones atmosféricas las que determinan la posibilidad de rissaga, no los movimientos sísmicos. Así que son los meteorólogos, y nos los geólogos, los que pueden predecirlas.
Una rissaga se origina cuando el movimiento de las olas del mar se acopla con las oscilaciones de la presión atmosférica. De esta forma, el movimiento del mar se amplifica. Al llegar a la costa de Ciutadella, el nivel del fondo marino sube de manera abrupta.
Y la ola cabalga encima aumentando de manera considerable y entrando con fuerza por el estrecho canal del puerto pesquero. Básicamente, es una ola normal y corriente, pero en su máxima expresión de longitud (no de altitud, que corresponde a los tsunamis reales).
El nivel del mar sube dentro de la rada y, en ocasiones, cubre de agua la calzada, sin llegar a causar grandes estragos.
Predecir una rissaga es tan preciso como predecir una tormenta. Igual que existen aparatos de medición para saber si lloverá en un par de días, también es posible prever un acontecimiento como la rissaga. Aunque, como bien suele ocurrir a veces con el parte meteorológico, no siempre se acierta.
Rissagas devastadoras y sus consecuencias
Sin ser un fenómeno devastador, la rissaga es, muy de vez en cuando, lo suficientemente espectacular como para copar portadas de periódicos. La última gran rissaga, que se llevó por delante varias embarcaciones del puerto de Ciutadella, ocurrió el 15 de junio de 2006. En esa ocasión, la oscilación del mar llegó a los cuatro metros (dos hacia arriba y dos hacia abajo, con lo que quedó al descubierto el fondo marino).
Cuando el agua entró de nuevo con fuerza en la rada, se llevó por delante la mayoría de barcas, que habían quedado colgando de sus amarres. Justo unos minutos antes, había partido del puerto un barco comercial de pasajeros de grandes dimensiones. La posibilidad de que se vaciara de agua el puerto con el buque dentro, desató todas las alarmas, pues el peligro mortal era latente. Fue así como se modificó la configuración del puerto de Ciutadella.
Desde entonces, los barcos comerciales y de línea amarran en el dique exterior, que se construyó específicamente para este propósito. Y las embarcaciones más pequeñas y de recreo, han cambiado la forma de amarre, para evitar que queden colgando cuando el agua, por efecto de rissaga -y no de tsunami- se esfuma como la espuma.