La Guitarra Vermutería & Tapas
Por Gloria Vanni
Anchoas del Cantábrico, almejas al vino, mejillones al vapor, sepia y piñones, gambas de Menorca a la plancha, atún blanco con pimientos rojos, frito mallorquín, caracoles, libritos de jamón serrano y queso de Menorca…
Son algunos de los platos de La Guitarra Vermutería & Tapas, uno de los restaurantes más antiguos de Ciutadella. Abierto desde 1969 por una familia de Mallorca, desde 2023 lo gestiona Fernando Rodríguez Vega, de León, crecido a la sombra de la preciosa catedral gótica de la ciudad de Castilla y León.
“Una España profunda, tradicional, rural, dónde la vida gira alrededor de la tierra. Una España que ya casi no existe porque la gente del campo se va a vivir a la ciudad. Mi padre tenía dos restaurantes y la vía de la hospitalidad y de la restauración para mí era casi obligada”. Empecé a trabajar en la cocina desde chiquillo y recuerdo que comí mi primera pizza con 15 años. Después, cuando mis padres se separaron, me mudé a las Baleares para trabajar más”, cuenta Fernando.
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Tras vivir un año en Mallorca, se mudó a Menorca en 2002, en Ciutadella, dónde durante 12 años trabajó como camarero en el Hotel Bahía en el paseo marítimo de Cala Santandria. Fernando gestionó, después, durante ocho años el Hotel Balear en Ciutadella y en 2023 empezó su nueva aventura en La Guitarra Vermutería & Tapas.
¿Qué cambios has hecho en el restaurante, Fernando?
“En realidad ha cambiado poco. Hemos limpiado y dado un toque más moderno a los espacios comunes y a las dos salas (cuevas) que hace tiempo eran cuevas para los animales. La piedra es la indiscutible protagonista de La Guitarra”.
Mis preguntas parecen animar a Fernando a mirar a su alrededor. Su mirada se para en las piedras que transmiten historia y vida. La Guitarra Vermutería & Tapas, situado en el número 1 de Calle Nostra Senyora Dolors, abre desde el 1 de marzo hasta el 31 de diciembre, cerrado los miércoles, desde las 11.30h hasta las 23.30h y… “Siempre hay gente que va y que viene, incluso durante el día. Hay quien viene para el vermut, tradición menorquina antes de la cena – un aperitivo con tapas-, y después de la cena, un digestivo con amigos”, añade Fernando.
¿Cuáles son tus platos favoritos, Fernando?
“El frito mallorquín con carne y verduras y el marinero típico de Menorca. También otra especialidad de Mallorca, el Tumbet, con patatas, berenjenas, pimientos y calabacines cocidos al horno.”
¿Qué aspecto de tu trabajo prefieres?
“Seguramente la relación con las personas, me gusta charlar con los que vienen al restaurante y tienen ganas de conocer no sólo una receta sino también quién hay detrás, tanto en la cocina como en la sala”.
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Entre los postres de La Guitarra: la tarta de almendras, pastel de queso de Mahón, higos confitados con helado y dulces tradicionales de la isla como los pastissets. En verano se come fuera – las mesas en la terraza, en la calle en frente a la entrada- acogen hasta 60-70 personas.
Cuando no trabaja, Fernando se dedica a su familia, a su mujer que trabaja como profesora en Mahón y a sus dos hijos con los que organiza expediciones y paseos por la naturaleza. Su otra pasión es el pádel que practica cuando puede. Él también, como yo, se siente adoptado por Menorca. Y con amabilidad acompaña a la mesa los huéspedes que acaban de llegar, las salas están casi llenas, ¡Buen provecho!
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