¿Cómo transcurre el invierno en Menorca?

Aquellas personas que frecuentan Menorca únicamente la temporada de calor, suelen preguntarse qué se hace en Menorca de octubre a mayo, cómo transcurre la temporada baja en una isla en la que muchos aún se sorprenden que quede gente habitándola todo el año.

La realidad es muy simple, el invierno en Menorca transcurre de la misma manera que en cualquier otro territorio: un día detrás del otro.

Playas azules, restaurantes con puesta de sol incluida y fiestas de pueblo pueden no ser tan agradables como parece cuando la realidad se convierte en no tener sitio para poner la toalla.

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Por este motivo, el invierno en Menorca no resulta una idea tan descabellada cuando uno piensa en la pausa y tranquilidad que en julio y agosto a veces desaparece. Por otra parte, que un territorio goce de sol y playa no implica que el turismo relacionado con otras actividades deje de existir.

Menorca cuenta con muchos puntos de interés que van más allá del agua que la rodea y la arena que la broncea. Por este motivo, le invito a que conozca esta isla mediterránea por todo lo que es y no solo por lo mucho que parece.

Puedes visitar esta isla la época que más te convenga, ya que los menorquines están abiertos a presumir de su casa todos los meses del año, pero te recomiendo que pruebes de visitar el territorio de manera tranquila y sostenible, en unos meses en que la isla no está saturada y tiene igualmente mucho que ofrecer.

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Algunas opciones

Una opción es hacer senderismo por el Camí de Cavalls, una ruta que voltea toda la isla y que es perfecta para conocer la costa menorquina sin necesidad de tomar el sol. De hecho, anualmente se celebra la cursa llamada Trail Menorca Camí de Cavalls, que consiste en recorrer el diámetro de Menorca siguiendo el itinerario de esta ruta.

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También puedes visitar los siete faros que se encuentran en Menorca, algunos ya muy conocidos y otros no tanto pero igualmente valiosos. La mayoría de ellos fueron construidos durante la segunda mitad del siglo XIX o las primeras décadas del XX, estando repartidos por diferentes puntos costeros de la isla.

Se dice que Menorca es un museo al aire libre debido a las vastas construcciones que configuran la llamada Menorca Talaiòtica, nombre con el que se conoce la prehistoria de la isla y los restos arqueológicos que dejaron las comunidades que vivieron en el territorio durante el primer y segundo milenio a.n.e.

Se trata de construcciones de piedra de grandes dimensiones con diferentes propósitos, desde la función protectora hasta la funeraria. La Naveta des Tudons, la Torre d’en Galmés o Talatí de Dalt son algunos de los nombres de estos yacimientos que en total suman más de mil quinientos canteras.

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Si bien estas edificaciones siempre han sido objeto de prestigio y admiración, fue el pasado año 2023 que recibió el reconocimiento de entrar en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Para terminar

Algunos transeúntes ocasionales de la isla se preocupan infundadamente por los residentes de Menorca, pensando que sus pueblos se convierten en urbanizaciones vacías y calles poco transitadas.

La verdad es que los menorquines que viven en la isla en invierno no tienen esa sensación, debido a que ayuntamientos de cada municipio y asociaciones se ocupan de que los habitantes de cada pueblo puedan participar en actividades, ferias, mercados, ocio nocturno y otros acontecimientos que configuran la vida de estos isleños afortunados que, pueden creerme, tampoco tantas cosas echan en falta.

Podéis visitar Menorca cualquier temporada, ya que la isla tiene vida los doce meses del año, a veces es una vida controlada por los visitantes, pero la mayoría del tiempo es una vida protagonizada por los residentes, su cultura y la confianza que sienten hacia el territorio que habitan.