Hospital para animales salvajes menorquines
Texto y fotos: Itziar Lecea
¿Has atropellado a un animal en la carretera y no sabes qué hacer con él? ¿Está mal herido pero no se te ocurre cómo ayudarlo? No te preocupes, que en Menorca tenemos hospitales para todo el mundo, ya camine, vuele o nade bajo el agua. Es muy frecuente, sobre todo en verano, ver animales atropellados en la carretera.
El aumento de tráfico y la falta de pasos seguros hacen que cada día puedan verse estampas tristes. Muchos animales atropellados son gatos, considerados animales domésticos aunque vivan salvajes en el campo.
Sin embargo, también es muy fácil encontrarse con erizos, pájaros o tortugas. Si te has visto en la situación de atropellar a un animal, ten en cuenta primero estas consideraciones:
- Qué tipo de animal es. Si es un gato, puedes llevarlo al veterinario. En general, se hacen cargo de los animales llamados “domésticos”. Los gastos corren de tu cuenta. Pero si es un animal “salvaje”, la historia cambia. Erizos, tortugas, serpientes y aves, por poner algunos ejemplos, son los pacientes del Centro de Recuperación de Fauna del GOB. Esta entidad ecologista de Menorca se encarga de la cura y recuperación de especies que no son consideradas para tener en casa.
- Antes de mover al herido, asegúrate de que realmente necesita ayuda. Un polluelo en el suelo suele tener a su madre cerca, que es quien lo ha de ayudar. En caso de atropello o encontrar a una criatura malherida, procura siempre cogerlo con un trozo de ropa (toalla, chaqueta o lo que tengas a mano). Lo ideal es que lo metas en una caja de cartón con agujeros para que pueda respirar y evitar el contacto con humanos y otros animales. Ya estará bastante asustado.
- Llévalo al Centro de Recuperación de Fauna del GOB. Puedes ponerte en contacto con ellos a través de su teléfono 619 834 597. Los voluntarios del centro te guiarán para que les entregues el animal en las mejores condiciones y no suponga también un peligro para ti.
Salva vidas o apadrina su casa
El trabajo del Centro de Recuperación de Fauna es bien conocido por aquellas personas que han apadrinado un metro cuadrado del centro. Para sufragar los gastos y colaborar con los voluntarios, se puso en marcha esta iniciativa hace unos cuantos años.
El Centro abre sus puertas durante todo el verano para aquél que quiera ir a ver el trabajo que se realiza y concienciar de los peligros, tanto para el animal como para la persona que lo recoge, que supone tratar con un animal salvaje herido.
Solo durante el año pasado, llegaron al Centro casi 1.000 animales de más de 70 especies diferentes. Algunos de ellos, los más afortunados, son puestos en libertad tras el paso por el hospital. Otros no tienen tanta suerte.
Los pacientes más graves que nunca llegan a recuperarse de sus heridas, se quedan a vivir en el Centro. Es el caso de un quebrantahuesos que quedó ciego tras sufrir un atropello. O varios búhos con alas que han tenido que ser amputadas y que no volverán a volar jamás. Por suerte, la mayoría son aptos para volver a vagar libres por la isla.