Menorca: cuna de inspiración y lugar de acogida para muchos
Aunque Menorca es la segunda isla más grande en extensión de las Baleares es la tercera isla más poblada, detrás de Ibiza. Por lo tanto, hay menos personas y más espacio lo que le otorga un equilibrio especial pues puedes disfrutar de su gente, su cultura, su clima suave, su paisaje y sus playas de aguas cristalinas a un ritmo tranquilo y pausado.
En esta sección vamos a compartir contigo testimonios de personas que han decidido cambiar su vida y venir a vivir a Menorca cautivados por su magia y su esencia.
Concretamente hablaremos de aquellos extranjeros que han decidido mudarse a Menorca para vivir y quieren compartir su experiencia con nosotros.
Además, también contaremos con el testimonio de aquellos menorquines autóctonos cuya historia o actividad que desempeñan en la isla merece ser contada por su valor creativo, artístico, cultural, etc. que lo hace único.
¿Qué tiene Menorca que la hace única y diferente?
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Menorca es la isla de la calma, un lugar perfecto para la introspección pues ayuda a desconectar de la rutina, alejarse del estrés de las grandes urbes y a la vez conectar con la esencia pura, la tranquilidad y la cultura de la isla.
La gente de Menorca, es gente tranquila, y han querido mantener su identidad conservando su dialecto, apostando por el producto local, su gastronomía autóctona y protegiendo sus playas y calas de grandes masificaciones turísticas preservándolas así en su estado más salvaje.
Todo ello hace que Menorca sea un lugar especial para poder disfrutar de estos espacios de un modo tranquilo y relajarse gozando del maravilloso paisaje mediterráneo.
Pero, ¿cómo es vivir en Menorca todo el año?
Menorca es una isla llena de matices y contrastes que la hacen única. Por esto, en cada estación del año podemos descubrir una faceta distinta.
La primavera ofrece una explosión de color a la isla. Sus tonalidades de verdes, rojos y ocres de sus campos contrastan con el azul turquesa de las aguas cristalinas. Las cálidas temperaturas invitan tanto a los isleños como a los turistas al primer baño y es una época fantástica para llevar a cabo actividades al aire libre.
Con la llegada del verano la isla cambia su ritmo tranquilo por un ritmo más alegre pues viene acompañado de gran variedad de actividades lúdicas y culturales como: mercados al aire libre, fiestas patronales, ocio nocturno, maravillosas puestas de sol, etc. ¡La diversión está asegurada!
En otoño la isla vuelve a su tranquilidad habitual ofreciendo los últimos días de sol y playa. Es una época del año idónea para realizar excursiones y actividades al aire libre como recorrer el “camí de cavalls” para descubrir lugares insólitos.
También es una época fantástica para conocer alguna de las bodegas o probar un buen queso Mahón Menorca que ha recibido el merecido reconocimiento de denominación de origen, escogiendo entre la gran cantidad de queserías que tiene la isla.
Por último, el invierno, donde la gran protagonista es la Tramuntana nos muestra su Menorca más salvaje. Es un buen momento para recorrer todos los rincones de la isla sobre todo del interior y así poder conocer su cara más antigua y ancestral gracias al legado de la cultura talayótica que opta a convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Así pues, Menorca se disfruta intensamente a lo largo de todo el año, gracias a su oferta gastronómica, cultural, de turismo activo y a su patrimonio natural. Por este motivo, no es de extrañar que sean muchas las personas que cautivadas por esta esencia desarrollen actividades únicas y especiales que merecen la pena ser contadas.
Aparte, todas estas características hacen que muchas personas extranjeras se fijen en ella para residir todo el año como jubilados, artistas, apasionados del arte, etc. pues han encontrado en Menorca el equilibrio que buscaban en sus vidas convirtiéndose así en gente de Menorca.