Esclata-Sang Menorca
Por Itziar Lecea
Cuando los turistas se van, los menorquines salen. No es una afirmación, sino una realidad, el hecho de que los autóctonos recuperan la isla nada más finalizar la temporada de verano. Y no hay nada que les guste más que hacerlo paseando por el campo.
Sin embargo, existe una razón de mucho peso y estómago para salir los sábados y domingos a primera hora de la mañana: los “esclata-sangs”.
Esclata-sang: la seta más apreciada en Baleares, la más esquiva en Menorca
El “esclata-sang”, como es conocido en la isla, es una seta de la familia del lactarius, que crece especialmente bien en zonas de pinar. Por esta razón es más difícil encontrarlos en Menorca que en el resto de las Balears, al tener menos superficie cubierta de pino. Sin embargo, hay varios factores que auguran una buena temporada de “esclata-sangs” y que los más fieles siguen atentos. El primero es las lluvias tempranas. Aunque el otoño suele ser una estación con bastante lluvia en la isla, si ésta llega más allá de octubre, la cosecha no suele ser buena, por el siguiente factor: el calor.
Los “esclata-sangs” necesitan cierta temperatura para salir, por lo que dejan de crecer cuando llega el frío. Aún es posible encontrar algunos ejemplares durante el mes de diciembre, si los pinares han conservado su humedad y no ha helado. Los mejores meses para ir a buscar esta preciada seta son octubre y noviembre, aunque con algo de suerte también salga alguno a mediados de septiembre.
La fiebre por esta seta es tal en la isla, que incluso hay personas que pagan por entrar en terrenos privados, donde existen buenos pinares, para hacer su recolecta. La mayoría debemos conformarnos con los pinares que están en zonas públicas, como Es Pinaret, en Ciudadela.
Esclata-sang: cómo reconocerlos
Los “esclata-sangs” tienen un sombrero de unos 6 a 15 centímetros de diámetro, de color anaranjado. Las láminas son apretadas y varían de color, del rosa anaranjado hasta el rojo vino. De aquí su nombre, de hecho. “Esclata-sang” significa, literalmente, “escupe sangre”.
En Menorca tenemos más de 700 especies de setas, 60 de ellas tóxicas y 8 de las cuales son mortales. Así que si no estás 100% seguro de haber encontrado un “esclata-sang”, no te la juegues. ¡Pregunta a un experto antes de entrar en la cocina!
Esclata-sang: cómo cocinarlos
Como todas las setas, gran parte del “esclata-sang” es agua. Por lo que al cocinarlo, menguará significativamente su tamaño. Pero no su sabor. La receta más tradicional es la de saltearlos a la paella con un poco de ajo y perejil fresco.
Sin embargo, añadiendo un poco de sobrasada de la isla, consigues una tapa muy sabrosa. Si has tenido suerte y has llenado las cestas con kilos de “esclata-sangs”, congélalos ya cortados a trozos para conservarlos. ¿Te atreves a mezclarlo con otros platos? Pruébalo en arroces con verduras y carne. No defraudará.